Radio frecuencia combate eficazmente la celulitis, la adiposidad localizada, la laxitud cutánea y la flacidez. El objetivo de la radiofrecuencia es generar calor para aumentar el metabolismo celular con el fin de consumir grasa y activar los mecanismos tensores de la piel, tratando así eficazmente la flacidez, la celulitis, la adiposidad y la laxitud cutánea. Por su parte, la mesoterapia aumenta la penetración de sustancias en la piel, para que los principios activos de las emulsiones puedan llegar al interior de las células y actuar con la máxima eficacia. La radiofrecuencia produce un calentamiento profundo que afecta a la piel y al tejido graso subcutáneo, consiguiendo como efecto térmico la vaso dilatación y aumento de la oxigenación del tejido, así como efectos anti inflamatorio y antiágico y relajante muscular. La radiofrecuencia induce la formación de la proteína HSP-47, que contribuye a la perfecta formación del colágeno. Además,, estimula la formación de fibroblastos, el aumento del recambio celular y la síntesis del colágeno y la elastina.
la Radio frecuencia está indicada para el tratamiento de la flacidez, arrugas, adiposidad localizada, remodelación corporal, celulitis y relajación muscular. Es muy efectivo en el tratamiento de la flacidez y la celulitis y provoca la retracción inmediata del colágeno, produciendo su reestructuración progresiva en las capas más profundas. Es una técnica indolora y no invasiva que aumenta la elasticidad del tejido
¿Qué hace y qué función tiene la radiofrecuencia facial?
Antes de que veamos este apartado, es importante que tengas una pequeña visión del funcionamiento de la piel, de cara a poder entender todos los efectos que este tratamiento puede aportarte.
La piel es uno de los órganos, sino el mayor, más grande del cuerpo, y tiene como única función mantenernos protegidos y aislados del entorno que nos rodea. Esta, se compone de tres capas:
Epidermis: es la parte visible y la primera capa protectora que tenemos, y su finalidad es la de defendernos contra las agresiones externas.
Dermis: es la capa intermedia, y se forma de fibras elásticas como puede ser el colágeno, el cual tiene como función primera mantener la piel tersa, elástica y joven.
Hipodermis esta es la capa más profunda del tejido subcutáneo y en donde se acumula toda la grasa. Su función principal es la de aportar consistencia a la piel de cara a mantenerla en su sitio.
A medida que va pasando el tiempo, nuestra piel experimenta diversas reacciones físico-químicas que en última instancia la hacen envejecer, lo cual deriva en la formación de arrugas y en una pérdida de elasticidad prominente. Todo esto se debe, en parte, a tres componentes fundamentales.
Colágeno: es el elemento proteico que aporta firmeza a las capas de la piel, en tanto que su pérdida hace que esta sea más fina y débil.
Elastina: proteína presente en el tejido cartilaginoso, conjuntivo y óseo que ayuda a que los tejidos corporales recuperen su tamaño inicial.
Glicosaminoglicanos: conjunto de cadenas largas no ramificadas entre las cuales se encuentran el ácido hialurónico, el sulfato de queratina o el de condroitina.
A día de hoy existen una infinidad de tratamientos dermoestéticos que se realizan con cirugía y que están meramente enfocados a rejuvenecer el aspecto natural de la piel. Ejemplo de ello es la dermoabrasión, el láser ablativo o el incipiente peeling químico, el cual ya está causando furor en algunas zonas de Latinoamérica.
No obstante, la gran mayoría de este tipo de tratamientos rejuvenecedores provocan daños en el tejido de las diferentes capas de la piel, lo cual deriva en un proceso de rehabilitación largo y arriesgado en lo que a posibles complicaciones se refiere.
En cambio, la radiofrecuencia facial es una de las técnicas innovadoras y no invasivas que mejor se adapta a la demanda de tratamientos de rejuvenecimiento facial, siendo en la actualidad una de las más solicitadas para recuperar la flacidez de la piel.
Su funcionamiento está basado en el uso de ondas de radiofrecuencia, las cuales, en forma de calor, producen energía sobre la hipodermis -tejido subcutáneo-, estimulando de esta manera el transporte de los fibroplastos y la retracción de las fibras de colágeno. Estas últimas son las encargadas de tensar las capas más bajas de la piel y de fomentar su fabricación.
Nota: este efecto es conocido bajo el nombre de colagenogénesis, que en esencia resulta en la creación de nuevas proteínas de colágeno gracias, en parte, al calor generado en las capas más profundas de la tez.
Cuando se lleva a cabo este efecto vasodilatador, la circulación de la sangre se ve notablemente mejorada, contribuyendo de esta manera al aporte de una gran cantidad de nutrientes así como moléculas de oxígeno a las células, además de favorecer la tonificación de los tejidos más hondos de la piel y haciendo que esta tenga un aspecto más joven, radiante y saludable.
Otra de sus grandes ventajas es que participa de la activación de los mecanismos que fomentan la pérdida de grasa localizada, por lo que también puede confirmarse su eficacia a la hora de luchar contra la celulitis corporal.
¿Cómo funciona la radiofrecuencia facial?
Una vez el paciente llega a la clínica, las enfermeras inician la limpieza del cutis a fin de retirar y eliminar cualquier resto de maquillaje, cosméticos o suciedad que el rostro pudiera tener.
Acto seguido, ayudándose de un rotulador quirúrgico, el médico delimita la zona en cuestión y la embadurna de un gel conductor, de forma que, a posteriori, el procedimiento resulte más sencillo de atajar.
Finalmente, se coloca el dispositivo sobre la piel y, una vez este alcanza la temperatura adecuada, se procede a desplazar por toda la cara pasando por todas y cada una de las zonas que en un principio fueron marcadas.
En ocasiones el paciente puede llegar a sentir un ligero picor o molestia, pero nada más lejos de esto, puesto que la sensación de dolor en este tratamiento es inexistente.
Puedes verlo más en detalle en el siguiente vídeo:
¿Qué beneficios tiene la radiofrecuencia facial?
Piel tonificada y luminosa.
Efecto lifting en cuello y cara.
Menos flacidez y más suavidad en la piel.
Surcos nasogenianos y arrugas suavizadas.
Más elasticidad en la piel.
Mayor producción de colágeno.
Disminución del tamaño de la papada.
Eliminación o reducción de ojeras y bolsas.
Estirado de las arrugas de la expresión.
¿La radiofrecuencia facial a partir de qué edad se hace?
Normalmente la radiofrecuencia facial se indica para aquellas personas que dispongan de una flacidez o de un descolgamiento medio de los tejidos cutáneos, así como surcos y/o arrugas en la piel no demasiado profundas.
Puede aplicarse en cualquier color y tipo de pieles y, por regla general, suele ser más demandado por mujeres de entre 30 y 50 años.
Las superficies más comunes son:
Frente: tensa la piel y levanta las cejas.
Ojos: tensa, densifica la piel y ayuda a levantar la mirada.
Pómulos: minimiza los poros abiertos y tensa levemente la piel de alrededor.
Perfil mandibular y óvalo facial: disminuye la papada y la caída del tejido.
Cuello: suaviza arrugas y contribuye al estiramiento de la piel.
Radiofrecuencia facial: ventajas e inconvenientes
Ventajas
Precio asequible
El precio medio por cada sesión puede diferir en función del centro al que se acuda. Esto puede derivarse del tipo de dispositivos de los que se dispongan o simplemente del renombre que tenga la clínica.
Por su parte, algo que también hay que tener en cuenta son las ofertas. En este caso, no son peligrosas ni se desaconsejan, puesto que un precio más bajo de lo normal no indica nada, pero sí se recomienda que el usuario se asegure de que los especialistas que intervengan en la realización de la técnica sean los adecuados, así como los aparatos utilizados durante la intervención.
Facilidad para combinar con otros tratamientos
El hecho de someterse a esta técnica de rejuvenecimiento facial no significa que, simultáneamente, no puedan realizarse otros procedimientos a fin de suavizar las arrugas de la expresión, ejemplo de ello es el bótox, las inyecciones de colágeno o la simple aplicación de una crema antiarrugas.
Resultados visibles e inmediatos
Aunque bien es cierto que los resultados alcanzan su punto álgido a los 3-4 meses después de haber terminado el tratamiento, los primeros efectos de la radiofrecuencia empiezan a notarse desde la primera sesión. No obstante, esto dependerá en última instancia del tipo de piel que cada persona tenga.
No necesita rehabilitación
Al no pasar por el quirófano, practicar incisión o daño subcutáneo, el periodo de recuperación después de haber terminado es prácticamente inexistente, permitiendo al paciente irse a casa en el mismo día, hacer vida normal y volver a la rutina diaria de forma inmediata, aunque se recomienda evitar la exposición al sol justo después de cada pase.
Existencia mínima de efectos secundarios
Técnica indolora
Inconvenientes
Resultados no permanentes
Muy efectivo en casos moderados
Como ya hemos comentado antes, la radiofrecuencia facial es una técnica altamente efectiva para aquellas personas que se conciban como casos leves o, a lo sumo, moderados. Es decir, que en el caso de que la piel presente arrugas o lineas de expresión sumamente marcadas, el tipo de tratamiento que en esta página tratamos no sería del todo recomendable.
Intrusismo laboral
Al igual que cualquier tratamiento de belleza que esté de moda, hemos de ir con mucha precaución a la hora del sitio al que acudir, puesto que siempre hay gente que se aprovecha a fin de sacar dinero y hacer la competencia a los profesionales del sector.
Efectos secundarios y contraindicaciones de la radiofrecuencia facial
Como hemos comentado más arriba, los efectos secundarios de este tratamiento son prácticamente nulos o inexistentes. Sin embargo, en ciertos casos, sobre todo en aquellas personas cuya piel pueda ser ligeramente más sensible de lo normal, una mínima rojez podría llegar a producirse.
Lo anterior, derivaría, solamente en casos extremos, en ampollas, inflamaciones y pequeñas vesículas, pero nada más lejos de la realidad, ya que esto no es algo que se deba a causa de la RF, sino más bien del uso inadecuado de los aparatos inherentes al tratamiento.
Más información: radiofrecuencia facial: contraindicaciones y efectos secundarios
Resultados y efectos de la radiofrecuencia facial
Ya desde la primera sesión, los resultados de la radiofrecuencia facial son más que visibles, pero es que además, también son acumulativos, lo cual significa que sesión tras sesión los efectos positivos van en aumento, hasta que pasados los 3-4 meses después de haber finalizado el tratamiento se alcanza el punto máximo, en donde los resultados son evidentes.
Por lo que a los efectos de la radiofrecuencia facial se refiere, al igual que ocurre con la gran mayoría de tratamientos faciales sin cirugía, son temporales, aunque esto no significa que no puedan llegar a durar varios meses o incluso años en el caso de algunas personas.
Para poder llegar a lo anterior, se requiere de una dedicación y una constancia continua, además de una buena alimentación y unos niveles óptimos de hidratación diaria.
Nota: una de las preguntas que más suele hacerse la gente es la referente a si este tratamiento podría ser un sustituto del lifting con cirugía y, si al igual que la radio frecuencia, se obtienen resultados igual de increíbles. La respuesta es no.
La explicación a lo anterior reside en que, obviamente, al someterse a un lifting quirúrgico la piel ha de estirarse mediante la realización de múltiples incisiones, para lo cual es condición sine qua non pasar por el quirófano y exponerse a un proceso de rehabilitación que irá en línea con lo anterior.
Esto, sin lugar a dudas, es otra de las grandes ventajas de la radiofrecuencia, puesto que ninguna recuperación es requerida tras haberse sometido a ella, lo cual la hace un tratamiento ideal para todas aquellas personas que puedan ser reacias a las operaciones quirúrgicas.
¿Para quién es este tratamiento?
A día de hoy no existe debate posible entorno a que la radiofrecuencia facial funciona y es altamente efectiva, por lo que resulta apropiada para cualquier persona sana mientras no se tengan enfermedades o infecciones cutáneas en las zonas a tratar. Pero si por el contrario, sí se tuviera hipersensibilidad o afecciones importantes en la piel, en este caso, la técnica de la radiofrecuencia no sería recomendable.
En suma, tampoco sería aconsejable que mujeres embarazadas o personas de avanzada edad sometieran su piel a un tratamiento de radiofrecuencia facial, así como tampoco pacientes que dispongan de un marcapasos, prótesis, implantes métalicos o cualquier otro tipo de dispositivo eléctrico.
Opiniones acerca de la radiofrecuencia facial
Únicamente personal cualificado o sanitario debería llevar a cabo la radiofrecuencia, puesto que ellos son las personas que, debidamente acreditadas, determinarán la técnica y la forma de aplicación que mejor se adapte a los tipos de pieles de cada persona.
También es importante que tengas en cuenta las visitas previas a los centros de belleza y/o clínicas a fin de sopesar las diferentes opciones.
Es por ello que independientemente del centro estético al que acudas, deberás poner cuanta más información te sea posible a su disposición de cara a que puedan aconsejarte con la mayor eficacia, así como responder posibles dudas y preguntas que te pudieran surgir sobre el antes y después.
¿Este tratamiento es apropiado para mí?